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NUESTRO VIAJE SOLIDARIO:

  DURANTE 2016:

A) SEMANA SANTA

B) VERANO

C) OTOÑO

  

VIAJES SOLIDARIOS CON AINDESOS.

 

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ACLARACIÓN IMPORTANTE:

Nuestra Asociación no es una Agencia de Viajes, ES UN VIAJE TOTALMENTE VOLUNTARIO CON EL OBJETIVO DE CONOCER LA CULTURA, INTERCAMBIAR EMOCIONES, CONOCER OTRAS RELIGIONES, OTRAS FORMAS DE VIDA, FOMENTANDO EL ENTENDIMIENTO MUTUO, EN DEFINITIVA LO QUE SE CONOCE COMO DIÁLOGO INTERCULTURAL.

NO HAY NINGÚN INTERÉS ECONÓMICO NI DE LUCRO POR NUESTRA PARTE, NUESTRA ASOCIACIÓN ES MERA ACOMPAÑANTE A ZONAS QUE YA CONOCEMOS, por lo que:

  

1)                 Será necesario e imprescindible contratar un seguro de viajes. Nosotros somos meros acompañantes.

2)                 Nuestro papel será acompañaros para presentaros a las Asociaciones que sobre el terreno nos han solicitado colaboración y con las que nosotros colaboramos habitualmente.

3)                 En ningún momento nuestro papel será organizar el viaje a efectos turísticos.

4)                 Nosotros sólo asignaremos la ruta a seguir, aconsejaremos los lugares dónde pernoctar y comer relativos a calidad/precio.

5)                 Vuestro papel es: acompañarnos y llevar el material que nosotros disponemos (ropa, material escolar, algún alimentos no perecederos: arroz, legumbres…) y el que vosotros/as queráis aportar.

6)                 El objetivo fundamental será conocer la zona, SOLIDARIZARNOS con sus gentes, su cultura, con una mentalidad abierta, positiva. Vamos también a pasarlo bien y conocer el entorno natural.  

NO SOMOS PARTIDARIOS DE DE QUE NOS UTILICEN PARA HACER VIAJES DE COMPRAS; PARA ESO TIENES EL CORTE INGLES...  GRACIAS       

              FECHAS PRÓXIMAS:

 

 

     SUELE COINCIR CON VACACIONES 

 

¿A quién nos dirigimos?

A nivel particular:

.- A quienes buscan un viaje más auténtico comprometido con el desarrollo local de otros países.

.- A cualquier persona que quiera viajar acompañado de gente comprometida.

.- A aventureros comprometidos con el medioambiente que quieren ponerse en la piel de los habitantes de otros pueblos con otras realidades.

.- A aquellos que quieren aprovechar su viaje para conocer otras realidades sociales y visitar proyectos de cooperación como voluntarios.

.- A personas que buscan un respiro y deciden vivir una experiencia transformadora comprometiéndose con otras realidades.

A nivel institucional:

.- A instituciones de turismo responsable que quieren aunar fuerzas y encontrar sinergias en su desarrollo

.- A ONG-s para las que el turismo solidario puede ser fuente de sensibilización y autofinanciación y requieren de un colaborador que les ayude a organizar y llegar a potenciales viajeros

.- A empresas que apuestan por una formación en valores, para las que quieren desarrollar su Responsabilidad Social Corporativa y aquellas en proceso de internacionalizacion.

 

Para ello, siguiendo el código de turismo responsable a nivel internacional definimos nuestro código ético:

 

 

 

 

10 PRINCIPIOS ÉTICOS DE VIAJERO SOLIDARIO 

 

 

  1. La comunidad local recibe una parte justa de los gastos que genere nuestro paso por la zona.
  2. Las comunidades locales podrían participan en las actividades que llevaremos a cabo, ofreciendo a los viajeros sus propios servicios.
  3.  Nuestros Viajes Solidarios deberán generar una actividad medioambiental sostenible.
  4. Nuestros Viajes Solidarios apoyarán las culturas y tradiciones de los lugares que visitamos, demostrando respeto a los conocimientos autóctonos.
  5. Nuestros Viajes Solidarios se organizan en grupos pequeños para minimizar su impacto cultural y medioambiental.
  6. Nuestros Viajes Solidarios se organizan con las comunidades que visitamos; respetaremos sus órganos de representación, y éstas toman sus propias decisiones.
  7. Nuestros Viajes Solidarios se llevan a cabo dando trabajo justo a los habitantes locales con el fin de minimizar los impactos negativos del turismo.
  8. Antes de llegar a una comunidad, se informará al viajero solidario de lo que va a encontrar allá y de cuál debe ser su comportamiento: vestimenta, fotografías, respeto a la intimidad,...
  9. Se respetarán las poblaciones locales y sus ceremonias y tradiciones, siendo siempre voluntarias y respetadas.
  10. Las comunidades que rechacen Nuestros Viajes Solidarios serán también respetadas.

Este código ético de comportamiento es una exigencia que deben cumplir todos nuestros colaboradores y nuestros viajeros.

 

 

HAY FAMILIAS QUE AGREDECEN

 

NUESTRA COLABORACIÓN

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MÁS INFORMACIÓN

 

 

 SOBRE LAS ZONAS

 


QUE

 

 

 VISITAMOS:

 

 

BERÉBER

 

 

 

 

Países

Población

%

Idioma

Argelia

2.360.000

8,5 %

Chenoua, Kabyle, Taznatit, Tumzabt, Tagargrent, Temacine, Tachawit, Tidikelt, Tahaggart

Egipto

5.800

 

Siwi  (Siwa, Sioua, Oasis Berber, Zenati)

Libia

57.000

 

Awjilah (Aujila, Aoudjila), Sawknah  (Sokna), Ghadamès, Nafusi

Mali

556.000

5 %

Tamasheq (Kidal, Tomacheck, Tamashekin, "Tuareg", Timbuktu, Tadhaq)

Marruecos

6.400.000

24 %

Tachelhit, Tamazigh, Ghomara, Tarifit, Senhaja de Srair

Mauritania

33.000

 

Zenaga

Níger

1.325.000

14 %

Tamajeq, Tayart, Tamajaq, Tawallammat (Tuareg, Amazigh, Tahoua, Tewellemet)

Túnez

4.500

 

Sened

Lengua: A lo largo de varios milenios  la lengua Beréber, Tamazight, hablada a lo ancho de tan extensísimo territorio y a través de tantas gentes dispersas se ha ido difuminando en las hoy casi una treintena de lenguas y cientos de dialectos, sin contar con los dialectos o lenguas que como el guanche de las Islas Canarias hace ya tiempo que desaparecieron. 

Aunque el beréber sea una lengua esencialmente de tradición oral, los Beréberes poseen desde hace al menos 2.500 años, su propio sistema de escritura llamado "libico-beréber" ( tifinagh en beréber). En la actualidad este alfabeto es utilizado por los Tuaregs  pero es sobre el alfabeto latino con algunas modificaciones o el alfabeto árabe el más utilizado.

El beréber ha estado en contacto con numerosas lenguas desde la antigüedad: el púnico en un principio, con Cartago (fundada en el 814 a.c.) y otras lenguas fenicias; con el latín durante los siglos de dominación del imperio romano y el periodo cristiano; el árabe, desde su conquista del norte de África y la islamización de los Beréberes (desde principios del s.XVIII) por los árabes; el español o el francés durante la colonización por parte de estos estados. Pero es sin duda el árabe, después de 13 siglos de relación, quien está más presente en todos los dialectos, especialmente en el léxico.

Puede conocer más sobre esta lengua leyendo la página dedicada al Tamazight

Localización: 

  • En Argelia: Los Tuat viven en el norte; los Shawiya en la Meseta de Aures de las Montañas del Atlas; los Shila en la región del Atlas; los Zenata en los oasis de Gurara; otros grupos en el Tadekelt, el Kerzaz, y el Tuat.
  • En Egipto: Repartidos y mezclados con la población árabe a lo largo de todo el país.
  • En Libia: Hay tres grupos principales de Bereberes: el Luata, el Nefusa, y el Adassa. Viven en la parte noroeste de Libia, en el Mar Mediterráneo. Ellos se localizan al oeste de la ciudad de Trípoli, en una área conocida como Jebal Nefusa; los Gadames viven cerca de la frontera argelino-tunecina; algunos viven entre las mesetas y colinas del Jebel Nefusa, así como en el Oasis de Fezzan al sudoeste de Libia.
  • En Marruecos: Los Drawa Berbers habitan la región del valle del río Dra; Los Dades viven en el nordeste; los Mesgita, Seddrat, y Zeri a lo largo de los afluentes del noroeste; los Ghomara viven en el Rif marroquí, en la región nororiental del país, al norte de Fez; los Kabyle, que viven en los Montes al-Quabail; los Sousi en el Alto Atlas occidental 
  • En Túnez: Los Jerba habitan la isla de Jerba que se localiza en el Golfo de Gabes al sudoeste de Túnez. Los Jerba se han mantenido en la isla de Jerba durante miles de años.

Pueblos vecinos:  ÁrabeBeduinoFulani , Hausa , Mossi , Tuareg

Historia: El nombre "Berber" viene del nombre con que eran designados por los romanos, bárbaros. La historia del pueblo beréber en África Norte es extensa y diversa. Sus antepasados más antiguos se establecieron al este de Egipto. Son muchos los testimonios de textos griegos, romanos y fenicios que hacen mención de este antiguo pueblo. En realidad, Berber es un nombre genérico dado a numerosos grupos étnicos heterogéneos que comparten prácticas culturales, políticas, y económicas similares.

La "Arabización" del pueblo Berebers,  ocurrió en tres fases. La primera fase era el contacto inicial con los invasores árabes en el séptimo siglo. La segunda fase empezó con la llegada de los Beduinos en el undécimo siglo. La tercera fase de Arabización que tuvo lugar entre los decimoquinto y decimoséptimos siglos fue acelerada por la llegada de refugiados de Andalucía.

Si desea ampliar su información lea:

 Economía: Contrariamente a la imagen romántica popular que retrata al pueblo beréber como gentes nómadas que cruzan el desierto en camellos, realmente su quehacer fundamental es la práctica de la agricultura sedentaria en las montañas y valles a lo largo del norte de  África. Es cierta su influencia antigua en el comercio de toda la región. Fueron ellos quienes abrieron las antiguas rutas comerciales entre el África occidental y el África subsahariana. Hay cinco rutas de comercio que se extienden por el Sahara desde la costa mediterránea de África a las grandes ciudades que se sitúan en el extremo sur del Sahara. Comerciantes Beréberes eran los responsables de la llegada a las ciudades del norte de África de los productos de más allá del Sahara. De allí ellos eran distribuidos a lo largo de todo el mundo.

Hoy en día, además de las fuentes tradicionales de subsistencia hay un elemento nuevo que forma parte de la financiación de las familias beréberes: son los ingresos provenientes de la enorme emigración existente en Europa, fundamentalmente en Francia.

Sociedad: La sociedad beréber se ha dividido tradicionalmente entre los agricultores y comerciantes. El cultivo de la tierra era considerado como el trabajo de las clases bajas, mientras las clases altas eran comerciantes. Normalmente, los grupos sedentarios pagaban sus tributos a cambio de ser defendidos a un jefe local perteneciente a la clase de los comerciantes. Sin embargo, con el tiempo, estos grupos agricultores adquirieron una cierta acumulación de riqueza en tanto que decaía la importancia económica de las rutas comerciales. Por otra parte, estos grupos se vieron primados por las autoridades coloniales y poscoloniales en detrimento del poder tradicional que habían tenido los comerciantes.

En cuanto a su arquitectura, es tan variada como la de los países que habitan. Una de las construcciones más llamativas es la de los Beréberes que viven en las colinas del Jebel Nefusa. Éstas son casas subterráneas talladas verticalmente u horizontalmente en la caliza. Algunas de las casas se parecen cuevas simples cortadas en las cuestas de la colina. Otras se excavan profundamente en la tierra con una red compleja de cuartos alrededor de un hoyo central que sirve como fuente.

Religión:  Desde su conversión al Islam en el siglo séptimo (anteriormente eran mayoritariamente cristianos) son fieles observantes de dicha religión, salvo el ayuno del ramadán del que están exentos los que viajan. Como la mayoría de los seguidores de Islam en el norte de África, muchos Beréberes creen en la presencia continua de varios espíritus (djinns). La adivinación es cumplida a través de los medios del Corán. La mayoría de los hombres usa amuletos protectores que contienen versos del Corán.

 

 

 

LOS BEREBER: HISTORIA Y ARTE
 (Berber, Amazigh, Imazighen)

Marruecos, Argelia, Norte África

 

Los Beréberes (también llamados Amazigh o Imazighen, "hombres libres") son una etnia indígena del Noroeste de África, hablan la lengua beréber de la familia afroasiática.

En la actualidad, el término beréber es un nombre genérico que utilizan numerosas etnias que tienen una cultura, política, y economías similares. No es un nombre originario de la etnia en cuestión, seguramente es un derivado del Latín barbari, traducido al español "bárbaros".

Actualmente hay entre 14 y 25 millones de hablantes de las lenguas beréberes en el Norte de África, principalmente concentradas en Marruecos y Argelia, pero con pequeñas comunidades tan alejadas como en el este de Egipto o en el sur de Burkina Fasso. Sus lenguas, las lenguas Amazigh o lenguas beréber, forman parte de una rama de la familia lingüística Afroasiática que comprende muchas variantes cerradas, con un toral de 14-25 millones de hablantes. Un nombre usado frecuentemente para denominar todas las lenguas beréber es Tamazight.

 

Religiones y Creencias

Antes de su conversión al Islam, muchos grupos de Beréberes fueron convertidos al Cristianismo o al Judaísmo, mientras que otros continuaban practicando el politeísmo tradicional. Posteriormente, bajo la influencia de la cultura islámica, muchas religiones minoritarias se vieron afectadas, como por ejemplo la Berghouata, solo para ser sustituidas por el Islam.

Historia

Los Beréberes han vivido en el norte de África desde el oste de Egipto hasta el Océano Atlántico y por toda el área comprendida.

Frecuentemente numerosas culturas han hecho referencia sobre los Beréberes: en el antiguo Egipto, Grecia, y fuentes romanas. Los grupos Beréberes fueron los primeros mencionados en la escritura de los antiguos egipcios durante el Período Predinástico. Muchos egiptólogos piensan que desde aproximadamente el año 945 A.C. los egipcios fueron influenciados por los emigrantes Meshwesh, los cuales fundaron la Veinte segunda Dinastía (XXII), empezando así un largo período de influencias Beréberes en Egipto, de todas maneras otros posibles orígenes para estas dinastías, como por ejemplo los Nubian.

Por muchos siglos los Beréberes no habitaron la costa del Norte de África desde Egipto hasta el Océano Atlántico, ya que durante este tiempo, las regiones del Norte de África vieron un largo proceso de invasión coloniales: Griegos (principalmente Líbia), Romanos, Vándalos, Bizantinos, Árabes, y los Franceses y Españoles.

Las interacciones con los africanos sub-Saharianos también dejaron marcas sobre la gente beréber.

En tiempo histórico, los Beréberes se expandieron por el sur del Sahara, y fueron asimilados culturalmente en muchas regiones del Norte de África por los Árabes, particularmente seguido de la incursión de Banu Hial en el siglo XI.

Las áreas del norte de África que conservaron la lengua beréber y sus tradiciones, en general, han sido aquellas menores expuestas a las reglas extranjeras - en particular, las tierras altas de Kabylie y Marruecos, la mayor parte del cual hasta en el romano y en algunos casos el Otomano permaneció en gran parte independiente, y donde el Phoenicians nunca llegó a penetrar más allá de la costa. Sin embargo, hasta estas áreas han sido afectadas por algunas muchas invasiones de África del Norte, el más reciente es el francés. Otra fuente principal de influencia extranjera, en particular en Sahara, era la ruta de comercio de esclavo Transatlántica del Oeste África, manejada por los poderes europeos comerciales.

Beréberes en la actualidad

Los Beréberes viven principalmente en Marruecos (entre el 35% y el 60% de la población) y en Argelia (entre el 15% y el 33%), aunque también el Líbia y Tunisia viven algunos. Muchos de los africanos del norte de África que se consideran árabes también tienen una parte significante de los ancestros beréber.

Aunque fueron estereotipados en el Oeste como nómadas, muchos Beréberes fueron en realidad tradicionalmente granjeros, habitantes de las montañas relativamente cerradas de la costa mediterránea, o en oasis.

 

 

Historia de Marruecos

Pudiéramos decir que la referencia más antigua que tenemos de los pobladores de Marruecos se remonta a la prehistoria. En Temara aparecieron restos del hombre de Neardenthal, el llamado “Hombre de Rabat”.

A partir del siglo XII antes de Cristo, los fenicios asentaron sus campamentos a lo largo de la costa. Se han encontrado restos púnicos en Tamuda (Tetuán), Tingis (Tánger), Lixus (Larache), Thymiaterion (cerca de Kenitra), Sala (Rabat) y Karikon Telichos (Essauira). Aunque es más probable que fueran enclaves comerciales, que asentamientos. No sabemos prácticamente nada de las gentes que vivieron en Marruecos hasta la caída de Cartago en el año 140 a.C.

Los romanos, dominaron la zona durante más de cuatro siglos, hasta el año 429 d.C., consideraban a los beréberes como una raza ingobernable, que causaba problemas constantes a las legiones, cuando fundaban enclaves permanentes. Entre estas avanzadas del imperio romano, figuran Tingi (Tetuán), Zilis (Asilah), Lixus, Valentia Banasa, Sala Colonia y Volúbilis. De esta última se conservan los restos más impresionantes, 30 kilómetros al norte de Meknes, probablemente fuese Volúbilis la capital de la provincia romana de Mauritania Tingitana, que comprendía todo el norte de Marruecos. En el siglo tercero comenzó la evangelización cristiana de las provincias romanas de África. Al parecer muchos beréberes adoptaron la nueva religión, pues hubo numerosos obispados.

La invasión vándala del año 429 eliminó todos los restos de civilización católica romana. Se cree que la furia destructora de los vándalos fue tal que los beréberes norteafricanos se vieron obligados a hacerse nómadas, ayudados por el camello, animal que fue introducido en el país aproximadamente en el siglo III. El emperador Justiniano restauró el catolicismo en el norte de África, después de que Belisario derrotase a los vándalos en el año 533. Pero Marruecos entró en un período de oscuridad durante todo el siglo siguiente. Más tarde, en las lejanas tierras del este, surgiría una nueva llama de fervor religioso, que llegó a extenderse como un incendio por toda la costa mediterránea, llevando el Islam a Marruecos.

El primer “misionero-militar” encargado de traer la fe musulmana a Marruecos fue Sidi Okba Ben Nafi. Los cronistas afirman que en el valle de Sus, cerca de Tarudant, derrotó a un ejército beréber tan grande que “solo Alá podía contarlo”. 30 años más tarde, otro conquistador árabe, Musa Ben Noseir, con el caudillo beréber Tarik Ben Ziad al mando de sus ejércitos, llegó a Marruecos para subyugar a las tribus marroquíes entre Tánger y los oasis de Tafilete. Este último, con un ejército de beréberes, dirigió la invasión musulmana de España y derrotó a los visigodos en el año 711, para iniciar siete siglos de radiante civilización, en una época en la que el resto de Europa vivía en la Edad Media.

Idriss Ben Abdulá, un descendiente del profeta Mahoma, como resultado del matrimonio de su hija Fátima y su cuñado Alí, formaba parte de los rebeldes que ponían en cuestión la legitimidad de los califas abbasies, de los que Harum el Rashid (magnificente Califa de Bagdad, héroe de “Las mil y una noches”), era el quinto. Harum mandó a sus ejércitos aplastar a los rebeldes, que sufrieron una matanza cerca de La Meca en el año 786. Pero Idriss escapó únicamente en compañía de un fiel esclavo y después de un viaje de dos años de duración llegó a Marruecos, en donde los beréberes, impresionados por su erudición y su piedad, lo hicieron su jefe. Al oír que el rebelde había fundado un reino, Harum envió un sicario que asesinó a Idriss con una poción venenosa en el año 791. Meses más tarde la concubina beréber de Idriss dio a luz a su hijo. El muchacho se convirtió en el sultán Idriss II, estableciendo la primera dinastía de Marruecos. A la muerte de Idriss II, en el año 828, se dividió el estado entre sus diez hijos, llevando de forma inevitable al declive de la dinastía, que se extinguió en el año 974.

Yussef Ben Tashfin, un beréber de la actual Mauritania, fundó una ermita en el desierto, desde la que extender la fe verdadera. El movimiento religioso que originó se conocía como El Morabitun, nombre deformado por los europeos en almorávides, primera de las tres dinastías beréberes. Mientras que Macbeth reinaba en Escocia y los primeros cruzados tomaban Jerusalén, los almorávides avanzaron desde el desierto y fundaron Marrakech en el año 1060, tomaron Fez en el 1069 y después prosiguieron hacia España. Eran los tiempos de Cid Campeador y la España musulmana estaba dividida en veintitrés taifas o pequeños principados. Los almorávides no tuvieron gran dificultad en dominarlos. Tomaron Granada, Córdoba, Sevilla, Badajoz, Valencia y Zaragoza aunque no fueron capaces de mantenerlas durante mucho tiempo. El hijo de Tashfin, Alí, gobernó el imperio del 1120 al 1143, y fue con él cuando los austeros almorávides abandonaron el velo para convertirse en cultivados hijos de Al-Andalus. La dinastía almorávide desapareció casi con la misma rapidez con que surgió en el desierto.

Ben Turmet, conocido como La Antorcha, fue otro reformador religioso, que hizo su aparición a principios del siglo XI, a sus seguidores se les conoció como almohades. Cuando el feroz Turmet hubo muerto, en 1130, se habían congregado en torno a su estandarte numerosas tribus beréberes. La Antorcha pasó a Abd el Mumín que se autoproclamó a sí mismo califa y emir. Los historiadores orientales le llaman “el mayor de todos los beréberes”. Se apoderó de Marrakech y Fez y en 1148 ya controlaba todo Marruecos. A su muerte había forjado un imperio incluso mayor que el de los almorávides, pues llegaba hasta Trípoli. La mayor parte de Al-Andalus estuvo sometida a vasallaje bajo el gobierno de su hijo Yacub Yussef, quien se ganó el título de El Mansur, Almanzor (el victorioso), cuando aplastó a las tropas cristianas del rey Alfonso VIII de Castilla, en 1195. El reinado de Almanzor fue el cenit de la dinastía almohade, era dorada de fulgor hispano-musulmán. Se rodeó de poetas y filósofos, como Maimónides y Ben Rashid (Averroes) que realizó comentarios sobre las obras de Aristóteles, dándolas a conocer a los cristianos. En Marruecos, fundó Rabat, un extenso recinto amurallado que aun se erige con la alcazaba udaya sobre un acantilado y la monumental Bab er Ruaj (puerta de las almas). Entre 1160 y 1210 los almohades tuvieron su período de mayor esplendor.

Los benimerines eran una tribu nómada beréber del desierto que se vio empujada hacia el oeste con la llegada de los invasores Hilali. Se asentaron en el nordeste de Marruecos en la época en que Fernando III se preparaba para ocupar Córdoba y dar por finalizada la reconquista y en que la inquisición comenzaba a perseguir a musulmanes y judíos. Los benimerines comenzaron la yihad (guerra santa), con ayuda de mercenarios cristianos, contra los almohades. Al tomar Fez en agosto de 1248, su jefe Abu Yahya estableció la dinastía merenida. Abu el Hassan, conocido como el Sultán Negro, gobernó el imperio merenida de 1331 a 1351. Reorganizó el imperio entre el Atlántico y Túnez y lo gobernó con mano dura. En España no tuvo tanto éxito y fue derrotado en la batalla del Río Salado, cerca de Tarifa, en octubre de 1340. Hassan fue enterrado cerca de Rabat y su propio hijo, Abu Inan, que se había revelado contra él, gobernó hasta 1358, cuando fue estrangulado por un visir. Inan había perdido sus dominios en las actuales Túnez y Argelia, los invasores árabes comenzaban a infiltrarse y su dominio sobre España tocaba a su fin. Los cristianos amenazaban con sus incursiones y la gangrena de la anarquía se extendió por todo el país.

Mientras refugiados musulmanes y judíos comenzaban a huir en masa a Marruecos, los reyes españoles y portugueses enviaban ejércitos tras ellos. Enrique III de Castilla tomó Tetuán y realizó una matanza en 1399. Portugal se apoderó de Ceuta en 1415. Después de que los Reyes Católicos expulsasen a los musulmanes de Granada, España ocupó Melilla en 1496 con una flota cuya primera intención era la de llevar a Colon en su segundo viaje. Los portugueses establecían fortalezas en la costa atlántica y los turcos y otomanos llegaban a las puertas de Marruecos. Fueron malos días para un país debilitado por un siglo de anarquía bajo la dinastía wattasí (1465-1549).

El renacimiento llegó como respuesta a la intolerancia cristiana y los excesos sangrientos de la Inquisición. Los miembros de la tribu árabe de Beni Saad llegaron a Marruecos en el siglo XII, asentándose en el valle del Dráa, cerca de Zagora. Fundaron la dinastía árabe, tomando Marrakech en 1525. Fueron los saadíes quienes derrocaron a los últimos wattasíes en 1557 y sorprendieron a Europa aniquilando a un ejército portugués de 20.000 hombres en la Batalla de los Tres Reyes, el 4 de agosto de 1578. Los portugueses también abandonaron los puertos de Safi y Azemmur, después de ser expulsados de Agadir en 1541. Portugal también perdería ante España su posición en África, Ceuta e incluso la corona. La victoria sobre Portugal hizo famoso a Ahmed el Mansur, quien disuadido de intentar algo contra España, que era demasiado fuerte, decidió conquistar las minas de oro del imperio Sonrai a orillas del río Níger. La mitad de su ejército murió de hambre y sed antes de llegar a Tombuctú, tras ciento treinta y cinco días de marcha por el desierto. El imperio Sonrai fue destruido. Según Laurence Maddock, un comerciante inglés de Marrakech, en un solo día llegaban a la ciudad treinta mulas cargadas de oro en polvo procedentes del Níger. Para entonar con esta riqueza, Ahmed construyó un palacio suntuoso, el Badi, con mármol italiano traído kilo a kilo. Se hizo famoso en toda Europa y llegó a proponerle a Isabel I de Inglaterra una alianza contra España, tras el fracaso de la Armada Invencible en 1588. También organizó el gobierno Majzén, que sobreviviría sin demasiadas alteraciones hasta el siglo XX. Una de las consecuencias de la era saadí, fue la llegada de miles de esclavos negros y mercenarios blancos que alteraron la composición racial de la zona.

Mouley Rashid, fue el fundador de la dinastía alaui y vástago de una familia árabe, descendiente de Fátima (la hija del Profeta), que emigró a Tafilete en el siglo XIII, desde Arabia. Su hermano, Mouley Ismail, protagonizó uno de los reinados más largos (55 años) y brutales del país. Durante medio siglo utilizó a más de 30.000 esclavos en la construcción de un palacio en Meknes, ciudad elegida como capital. La muerte de Ismail en 1727, fue seguida por un período de caos y hambre, nunca más conocido. Sus numerosos hijos y los Abidas combatieron por su sucesión durante treinta años.

En la segunda mitad del siglo XIX Marruecos se aísla, empobreciéndose y debilitándose, propiciando que a principios del siglo XX, Gran Bretaña, Francia, Alemania y España, pugnaran por dominar el país, que era una de las pocas zonas del continente africano libres del colonialismo. Finalmente, el pastel marroquí se lo repartieron España y Francia. Esta última se quedó con la zona útil del país, las ciudades principales de las llanuras centrales y todo el territorio de frontera con Argelia. España recibió las migas: la enrevesada zona montañosa del Rif, colindante con los territorios españoles, y en el sur, el enclave de Ifni, la franja de Tarfaya y pasado el Sahara Occidental, el Río de Oro. Debido a su situación estratégica, Tánger y sus alrededores, se convirtieron en una zona “internacional”. La instalación en Marruecos de Francia y España encontró una resistencia sangrienta. Tan pronto como se firmó el tratado del Protectorado en Fez, la ciudad amurallada se vio asediada por tribus guerreras y hasta 1934, Francia no pudo imponer la paz en la totalidad de su zona. La ocupación española se vio marcada por la revuelta de 1920, dirigida por Abd el Krim, cuyos guerreros beréberes derrotaron a un ejército español de 60.000 hombres, fundando una república independiente en el Rif. Finalmente fue derrotado por un ejército conjunto, español y francés, al mando del “sabio de Verdún”, el mariscal Philippe Pétain.

El sultán Sidi Mohamed Ben Yussef, cambió su título por el de Rey Mohamed V en 1956, con la independencia de Marruecos. Las anteriores zonas del Protectorado español y francés y la zona internacional de Tánger fueron abolidas rápidamente, pero España tardó varios años en abandonar la franja de Tarfaya y el enclave de Ifni, en el sur. El rey Hassan II subió al trono en 1961, a la muerte de su padre, manteniéndose en él hasta nuestros días.

La recién independizada Argelia rechazó en 1963 las exigencias territoriales marroquíes, lo que tuvo como consecuencia que las tropas marroquíes y argelinas luchasen por unos oasis en la zona disputada, en la que nunca se había trazado oficialmente una frontera. La O.U.A. se encargó de detener el conflicto, aunque ninguno de los contendientes haya desistido todavía de sus pretensiones, razón por la cual vemos que en los mapas de la frontera, esta se marca aún como provisional.

Hassan II ha sufrido varios intentos de golpe, entre los que se puede destacar el de julio de 1971. Mientras el Rey celebraba su 42 cumpleaños en el palacio de Sjirat, en una playa cercana a Rabat, casi cien invitados fueron muertos a tiros por 1.400 cadetes de la escuela de suboficiales, pero el Rey se libró escondiéndose en un cuarto de baño del extenso palacio. El dieciséis de agosto siguiente tres pilotos del ejército atacaron con granadas el avión del Rey a su regreso de Francia, pero de nuevo consiguió escapar.

Las últimas tropas españolas se retiraron del Sahara occidental a finales de 1976, dejando al pueblo Saharaui en manos de Marruecos. Argelia instruyó, armó, financió y entrenó a las guerrillas que proclamaron la República Árabe Saharaui Democrática (R.A.S.D.), manteniendo una guerra con Marruecos que duró más de diez años. En noviembre de 1981 durante la cumbre de la O.U.A. en Nairobi, Hassan aceptó la posibilidad de organizar un referéndum de autodeterminación en el antiguo Sahara español. La ineficacia de las Naciones Unidas y los intereses marroquíes han producido tantos aplazamientos, que hoy en día aún no se ha efectuado el tan traído y llevado referéndum.

Información extraída de:

http://www.mundoarabeislamico.com/

Abril 26, 2009